El masaje erótico

No hay que confundir los masajes eróticos con los masajes que son administrados por un fisioterapeuta para curar una lesión o estimular alguna zona del cuerpo que tiene que ser sometida a rehabilitación. El masaje erótico se basa en la estimulación de la piel y los músculos para obtener placer sexual. Un masaje erótico bien administrado va haciendo aumentar la excitación sexual de manera progresiva. Los masajes sexuales también se pueden llevar a cabo mediante caricias, besos, estimulación bucal y un largo etcétera.

Los masajes eróticos, como cualquier otros, son efectivos porque los 18.000 centímetros cúbicos que tenemos los seres humanos de piel están llenos de receptores sensoriales. Se estima que tenemos alrededor de un millón y medio de receptores sensoriales en la piel. Esto convierte la piel humana en el órgano sensorial de mayor extensión en todo el cuerpo.

El masaje sexual ha ido evolucionando con la historia. Miles y miles de amantes se han abandonado al placer logrado a base de caricias. A medida que el ser humano avanzaba en calidad de vida los aspectos sensoriales se fueron teniendo más en cuenta. También hay que reseñar que existen culturas que se han centrado en el placer más que otras. Estas culturas fundamentalmente siempre han sido orientales en las cuales la dicotomía que había en la cultura occidental entre cuerpo y mente no llegó a existir nunca.

Los masajes eróticos hacen que el cuerpo despierte al deseo y al placer. Evidentemente como toda actividad el desempeño mejora con la práctica pudiendo utilizar esos masajes eróticos como prolegómenos para la posterior actividad sexual. Muchas veces los masajes sexuales son los previos, para que el cuerpo se acomode placenteramente, para con posterioridad llevar a cabo una actividad sexual mucho más placentera ya que el placer habrá ido in crescendo a lo largo de todo el tiempo en el cual hallamos mantenido la relación sexual.